En menos de una semana Ethereum activará Fusaka, un hard fork que busca aliviar limitaciones técnicas que afectan a la escalabilidad y la disponibilidad de datos para soluciones de Capa 2 (L2). Más allá de la mejora técnica, Fusaka tiene potencial para modificar incentivos operativos, la distribución de valor dentro del ecosistema y la dinámica de mercado en 2025 y los años sucesivos.

Qué incluye Fusaka y cómo se implementa
Fusaka es una actualización en varias fases que incorpora dos cambios centrales:
- Ampliación progresiva del espacio de blobs por bloque, lo que incrementa la capacidad dedicada a datos de blobs usados por rollups y otros sistemas de escalado.
- Activación de PeerDAS (Peer-to-Peer Data Availability Sampling), un mecanismo que permite a nodos verificar la disponibilidad de datos sin tener que descargar conjuntos completos de información.
La primera parte del paquete se desplegará como hard fork y, en una fase posterior prevista para principios de 2026, se activará un aumento sustancial del número de blobs por bloque. Ese incremento reduciría cuellos de botella actuales en la publicación de datos por parte de rollups y otros proyectos L2.
PeerDAS: menos carga, más descentralización
PeerDAS introduce una forma de muestreo descentralizado para confirmar que los datos necesarios para validar transacciones están disponibles en la red. En la práctica, esto baja el coste de operación de nodos completos y validadores ligeros porque elimina la necesidad de descargar cada fragmento de datos para comprobar su existencia.
Los beneficios esperados incluyen:
- Reducción del ancho de banda y almacenamiento requeridos por nodos.
- Mayor accesibilidad para operadores con recursos limitados, favoreciendo la descentralización.
- Mejor capacidad para que rollups escalen sin sacrificar seguridad de disponibilidad de datos.
Impacto técnico sobre L1 y L2
Actualmente la capacidad de blobs representa un cuello de botella para las L2 que dependen de publicar grandes cantidades de datos de forma periódica. Al ampliar esa capacidad, las L2 pueden:
- Publicar más datos por bloque, lo que permite incrementar throughput y reducir costes por usuario.
- Diseñar modelos de negocio y arquitecturas de rollup con menores compromisos entre seguridad y escalabilidad.
- Reducir congestión en momentos de alta demanda, mejorando experiencia de usuario.
En conjunto, estas mejoras facilitan que las soluciones construidas sobre Ethereum sostengan picos de actividad sin trasladar todos los costes operativos a la L1.
Consideraciones operativas para nodos y operadores
Para operadores de infraestructura, Fusaka implica cambios en requisitos y en incentivos:
- Menor necesidad de hardware de almacenamiento masivo para verificar disponibilidad de datos.
- Posibilidad de que más participantes ejecuten nodos completos o funciones de muestreo, fortaleciendo la resiliencia de la red.
- Cambios en la economía de los servicios de infraestructura (proveedores de datos, indexadores, etc.), que deberán adaptar precios y modelos de negocio.
Implicaciones económicas: captura de valor y precio de ETH
Aunque Fusaka es primariamente una mejora técnica, sus efectos podrían repercutir sobre la estructura económica de Ethereum. Los puntos clave a considerar son:
- Redistribución de actividad entre L1 y L2: si los costes relativos cambian, algunos rollups podrían ajustar cuánto procesan en L1 frente a L2.
- Efectos sobre tarifas y comisiones: mayores capacidades de blob y mayor eficiencia operativa pueden alterar la dinámica de fees, impactando ingresos de validadores y operadores.
- Percepción del valor del token: mejoras persistentes en escalabilidad y utilidad suelen fortalecer argumentos de demanda por ETH, aunque esa relación no es automática ni lineal.
Analistas del sector señalan que cada cambio en la capacidad técnica conlleva trade-offs entre seguridad, coste y centralización. Monetizar de forma inmediata funciones nuevas podría frenar adoption, mientras que dejar incentivos muy abiertos puede cambiar la captura de valor entre desarrolladores, usuarios y validadores.
¿Qué pueden esperar los inversores?
Históricamente, actualizaciones significativas del protocolo han coincidido con periodos de mayor interés y, en ocasiones, con revalorizaciones del token. Sin embargo, el mercado en 2025 está más maduro y sensible a factores macro, regulatorios y de liquidez institucional.
Para inversores y traders la recomendación habitual es:
- Monitorear métricas on-chain reales tras la activación (por ejemplo, uso de blobs, número de nodos que aplican PeerDAS, volumen en rollups).
- Evaluar el impacto en comisiones y flujos entre L1 y L2 antes de tomar decisiones de inversión.
- Considerar escenarios de volatilidad en ventanas de actualización, cuando la incertidumbre técnica puede aumentar el riesgo de mercado.
Contexto del mercado en 2025 y miras a 2026
En 2025 el ecosistema cripto ha mostrado una adopción sostenida de soluciones de segunda capa y una mayor participación institucional en infraestructuras de custodia y trading. Regulaciones más claras en varias jurisdicciones han reducido ciertas fuentes de incertidumbre, pero persisten riesgos geopolíticos y macroeconómicos que condicionan flujos de capital.
En ese marco, Fusaka se inserta como una mejora que potencia la capacidad de Ethereum para soportar una adopción mayor de aplicaciones descentralizadas y servicios financieros on-chain. Mirando hacia 2026, la hoja de ruta incluye propuestas adicionales que podrían acelerar la eficiencia del protocolo, como cambios en tiempo de bloque y aumentos del límite de gas L1 en escenarios futuros. Estas propuestas siguen siendo objeto de debate técnico y económico.
Riesgos y frenos potenciales
Hay varios factores que podrían limitar los beneficios esperados:
- Implementación imperfecta: errores en el despliegue de PeerDAS o en parámetros de blobs podrían provocar problemas operativos temporales.
- Resistencia a cambios económicos: algunos participantes pueden preferir modelos de monetización que no se beneficien de mayores capacidades de blobs.
- Factores externos: volatilidad macro o eventos regulatorios pueden opacar las mejoras técnicas en términos de impacto de mercado.
Qué deben hacer desarrolladores, operadores y usuarios
Preparación práctica recomendada:
- Desarrolladores de rollups: revisar diseños para aprovechar mayores cantidades de blob y probar mecanismos de distribución de datos en entornos de testnet.
- Operadores de infraestructura: actualizar nodos y software para soportar PeerDAS y validación por muestreo.
- Usuarios y traders: mantenerse informados sobre ventanas de activación y métricas on-chain; considerar estrategias de gestión de riesgo en periodos de alta volatilidad.
Conclusión
Fusaka representa un paso técnico relevante en la evolución de Ethereum: mejora la disponibilidad de datos y amplía la capacidad de blobs, elementos fundamentales para la escalabilidad de las L2. Sus efectos pueden sentirse tanto en la capa técnica como en la económica del ecosistema, desde la reducción de costes operativos para nodos hasta cambios en la captura de valor entre L1 y L2.
Si bien las mejoras abren oportunidades, el alcance real dependerá de la implementación, de las respuestas de los actores del ecosistema y de condiciones de mercado más amplias durante 2025 y 2026. Para quienes operan en los mercados de criptoactivos, seguir métricas en tiempo real tras la activación será clave para identificar tendencias emergentes.
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